Con ocho hectómetros cúbicos más, los embalses de las cuencas internas de Cataluña logran el mayor aumento desde hace casi un año en una semana en la que el volumen total de los embalses peninsulares ha vuelto a crecer de forma significativa, un 2,84% y 1.591 hectómetros más, lo que nos sitúa ya en el 66%, dos puntos y medio y 1.300 hectómetros más que la media de los últimos 10 años.

Una semana más que se suma a un principio de año casi inmejorable, en el que hemos pasado de apenas 25.000 hectómetros el 1 de enero a casi 37.000. Si comenzábamos el año en niveles similares a los de 2023, estamos ahora un 15% y casi 9.000 hectómetros por encima de los registros del año pasado en esta semana.

La cuenca más beneficiada por la escorrentía que todavía sigue llegando a los embalses por las lluvias de Semana Santa es la cuenca del Tajo, que gana 402 hectómetros cúbicos, un 3,64% y se sitúa ya por encima del 80%, con muchos de sus embalses a rebosar.

Muy buenas noticias para Guadiana y Guadalquivir, ambas suman 260 hectómetros, un 2,7 y un 3,2 por ciento más respectivamente. Con 4.879 hectómetros cúbicos, el Guadiana está ya en el 51%. Y el Guadalquivir, que ya almacena 3.706, supera el 46%. Quién lo iba a decir en esta cuenca, que el 1 de enero apenas reunía 1.500 hectómetros, que en 15 semanas se han más que duplicado y tiene todavía cuatro o cinco semanas por delante en las que históricamente la cuenca gana agua.

Aunque ya era muy buena sigue mejorando la situación de las grandes cuencas del norte, Ebro y Duero, que ganan 143 y 349 hectómetros respectivamente, para situarse en el 75 y el 91% respectivamente. Y a la cuenca del Ebro le queda todavía recibir el deshielo de toda la nieve acumulada las últimas semanas en el Pirineo navarro, aragonés y catalán estas últimas semanas, que es muy abundante.

También mejora un poco Miño-Sil, 11 hectómetros, aunque con un nivel superior al 87% no es que los necesite mucho. Sí necesita más la cuenca del Júcar los 34 hectómetros nuevos de esta semana, que la sitúan casi en el 56%, ya por encima de la media de los últimos 10 años, pero todavía por debajo de los registros de 2022 y 2023, que pese a ser muy malos para el conjunto de España fueron muy buenos para esta cuenca levantina.

Siguen mejorando, aunque muy lentamente Guadalete-Barbate y la Mediterránea Andaluza con 44 y 29 hectómetros nuevos respectivamente y se sitúan ambas ya por encima del 29%. Mejora también un poco la cuenca del Segura, la segunda en peores condiciones después de las Cuencas Internas de Cataluña, que gana 17 hectómetros y supera ya el 24%.

Y las Cuencas Internas de Cataluña que abastecen al área metropolitana de Barcelona y a casi siete millones de habitantes consiguen 8 hectómetros cúbicos nuevos. Decir que esta es la mayor subida registrada por estas cuencas en casi un año, da una idea de la pavorosa situación a la que se enfrentan los habitantes que dependen de ella. Con tan sólo 119 hectómetros almacenados, está todavía por debajo del 18%.

Y sin grandes noticias en el pequeñas cuencas del cantábrico y en la del Tinto Odiel y Pierdas, todas por encima del 85% y muy ligeras variaciones.

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