La Unión Europea ha emitido una alerta tras detectar un segundo envío de fresas procedentes de Marruecos contaminadas con hepatitis A, apenas nueve días después de que se identificara el primer lote. La notificación del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la UE (RASFF) se produjo el viernes 15 de marzo, describiendo la presencia del virus como un riesgo serio y potencialmente grave.
Aunque aún no se han revelado detalles sobre el puerto donde se encontraron las fresas contaminadas, España fue el país que notificó el hallazgo del segundo lote. Esta situación surge después de que agricultores onubenses reivindicaran la calidad de sus fresas, enfatizando que siguen estrictos controles sanitarios y de calidad.
El Ministerio de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural, Agua y Bosques de Marruecos ha rechazado enérgicamente las acusaciones sobre la presencia del virus en las fresas marroquíes, afirmando que se están tomando medidas para investigar y abordar la situación.
Los síntomas de la hepatitis A incluyen fiebre, malestar gastrointestinal, orina oscura y ictericia. Aunque generalmente se cura sin secuelas, su detección en fresas importadas ha generado preocupación en el sector agrícola y entre los consumidores.
COAG Andalucía ha exigido la paralización inmediata de las importaciones de fresas y otros productos frescos de Marruecos, así como una mayor transparencia en la gestión de esta situación por parte de las autoridades competentes.
Eduardo López, secretario de organización de COAG Andalucía, ha destacado la importancia de abordar este problema con urgencia y responsabilidad, subrayando que la salud pública y el futuro del sector agrícola están en juego.
La detección de fresas contaminadas con hepatitis A plantea serias preocupaciones sobre los estándares de seguridad alimentaria y la necesidad de reforzar los controles en la importación de productos frescos. Hay que tener en cuenta que sólo se analiza un tanto por ciento del producto importado y, además, de manera aleatoria.