Con la llegada del calor y el final de la primavera las cuencas peninsulares comienzan a perder agua, una pérdida que duplica ya la de la semana pasada y ocurre en casi todas las cuencas, salvo las internas de Cataluña, que una semana más acumulan agua de forma significativa para superar ya el 30% de su capacidad total.
Esta semana el nivel total de los embalses peninsulares se sitúa en el 65,7%, con un total de 36.829 hectómetros cúbicos embalsados, tras reducirse en 305 hectómetros, un 0,54% menos que la semana pasada. Con estos datos seguimos por encima de la media de los últimos diez años, que esta semana era de 35.876, y un porcentaje del 64,02. La diferencia, para bien, respecto a 2022 y 2023 es muy notable, ya que en estos dos años anteriores rondábamos el 46%, con unos 26.600 hectómetros, más de 10.000 menos que este año.
Por cuencas, vemos como esta semana todas las grandes pierden agua. Baja 53 hectómetros el Tajo, que sigue manteniendo niveles excepcionales. Por encima del 78% y con más de 8.700 hectómetros, el la cuenca que más cantidad de agua acumula. Le sigue en esta clasificación el Duero, que reúne 6.954 hectómetros, con un porcentaje del 91,5%. Y en tercer lugar está el Ebro, que esta semana, con el fin del deshielo ya comienza a perder agua, aunque todavía de forma poco apreciable, tan sólo 4 hectómetros menos, lo que deja a esta cuenca en 5.972 y con un 76,5% de su capacidad total.
Las cuencas de Guadiana y Guadalquivir siguen en la tónica de las pasadas semanas, perdiendo en el entorno de los 50 hectómetros, en esta ocasión 52 Guadiana y 62 Guadalquivir, pero con 4.739 y 3.630 hectómetros respectivamente, tienen garantizado l suministro tanto de agua de boca, como industrial y de regadío para todo el año.
Miño-Sil es la que más cantidad de agua pierde esta semana, 72 hectómetros, sobre todo para uso hidroeléctrico, se mantiene por encima del 87% y sigue acumulando más de 2.660 hectómetros. El Júcar, que pierde 19, se mantiene en circunstancias razonables, aunque no también como en años anteriores, pero con un 53,72% y más de 1.529 hectómetros garantizará sin problema las necesidades de la región valenciana durante todo el verano.
Más problemas tendrán Guadalete-Barbate y la Mediterránea Andaluza, que pierden 9 y 3 hectómetros cúbicos respectivamente. Con un 29 y un 31%, 479 y 368 hectómetros respectivamente, todavía pueden pasar algún apuro de aquí a fin de año si las lluvias de otoño no llegan a tiempo y con la intensidad necesaria.
Y las dos cuencas más problemáticas toman esta semana caminos distintos. Pierde agua el Segura, 4 hectómetros, la que menos porcentaje, un 22,6%, acumula de todas las cuencas peninsulares. Ya ha recibido trasvase del Tajo y lo seguirá necesitando todo el verano. Las cuencas internas de Cataluña en cambio ganan agua este semana, 13 hectómetros más, que ya las sitúa por encima del 30%. Pero su escasa capacidad hace que esto sólo represente 208 hectómetros para atender las necesidades de una población de varios millones de habitantes. Y aquí, así lo han querido los políticos catalanes, no hay trasvase posible.