En un momento en que gran parte del mundo, incluida Europa que la ha vuelto a clasificar como energía limpia, vuelve sus ojos a la energía nuclear, el informe sobre Actitudes del Público hacia la Energía Limpia (PACE) realizado por la consultora inglesa Savanta con más de 20.000 encuestas en 20 países, España es el país en el que la energía nuclear produce mayor rechazo entre su población. Mientras que en el total de los países encuestados el 28% se oponen a su uso, en nuestro país este porcentaje alcanza el 50%.
En contraste con países como China, donde el 61% respalda la energía nuclear y solo un 15% la rechaza, y otras naciones como Rusia, Emiratos Árabes Unidos e India, donde el apoyo es tres veces mayor que la oposición, España presenta un panorama en el que la oposición supera al apoyo, desafiando así la tendencia global y situándose en compañía de Japón y Brasil en esta perspectiva particular.
El estudio también revela que el apoyo neto a la energía nuclear es un 16% más alto en los países BRICS que en los países del G7. Sin embargo, las diferencias culturales juegan un papel crucial en estas percepciones, y se realizan comparaciones dentro de un mismo país y entre distintas formas de energía, como la nuclear y el gas con captura y almacenamiento de carbono (CAC).
En una sorprendente revelación, Noruega, un país que no utiliza la energía nuclear para generar electricidad, muestra una preferencia sustancialmente alta por su uso. Además, en 9 de los 20 países encuestados, el apoyo neto a la energía nuclear supera al del gas con CAC, incluso en naciones exportadoras de petróleo y gas como Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y Noruega.
A nivel global, el apoyo neto a la energía nuclear es del 18%, mientras que el del gas con CAC es un 4% más alto, con un 22%. La preferencia por la energía nuclear varía según la visión de la población sobre la transición energética, donde el 45% de los partidarios de la energía nuclear aboga por centrarse en su uso.
Sin embargo, España se desmarca nuevamente al figurar como el único país del G7 donde la preferencia por la energía eólica terrestre supera a la de la nuclear o los grandes parques solares. En este sentido, las preferencias energéticas están vinculadas a consideraciones geográficas y climáticas, ya que los países más soleados, como Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica, Australia, India y España, muestran una preferencia por los parques solares a gran escala.