Los embalses vuelven a ganar agua tras cinco meses de descensos

Las lluvias de la última semana ponen fin a cinco meses de reducción de las reservas de agua almacenadas en los embalses peninsulares españoles. Desde finales de mayo, y pese a que el mes de junio registró algunas precipitaciones, la reserva hídrica se ha ido reduciendo desde los casi 37.000 hectómetros cúbicos a los aproximadamente 26.600 de la semana pasada.

Pero esta semana las lluvias han aportado a los embalses 569 hectómetros cúbicos, un aumento que no se registraba desde abril, repartido por casi todas las cuencas, y que eleva las reservas un 1,02% hasta el 48,5% de la capacidad total. Con esta aportación, los pantanos almacenan hoy en su conjunto 27.177 hectómetros cúbicos, una cantidad muy superior a la de hace un año (19.368 hectómetros cúbicos, 34,5% de su capacidad) y casi cuatro puntos mayor que la media de los últimos diez años (25.116 hm3, el 44,8%).

Las precipitaciones han sido abundantes en la vertiente Atlántica, con máximas de 152 litros por metro cuadrado en Santiago de Compostela y con cantidades también superiores a los cien litros en el suroeste peninsular, especialmente en las provincias de Córdoba y Sevilla, cuyos necesitados pantanos han ganado caudal con estas lluvias: 24 y 12 hectómetros cúbicos respectivamente.

Entre las cuencas del norte más beneficiadas por Berenice destacan las de Galicia Costa, que han subido 15 puntos hasta situarse en el 71,5% de su capacidad; Cantábrico Occidental, que ha ganado seis puntos (ahora ronda el 77%), Miño-Sil, con un avance de cinco puntos (68%), y Duero, con una subida de casi dos puntos más (61,7%).

En el sur peninsular la principal beneficiada, aunque más modestamente, han sido la cuenca del Guadalquivir, que sube 1,5 puntos, lo que ha supuesto un incremento del volumen embalsado de 28 hectómetros cúbicos en una semana. El resto de las cuencas mantienen niveles muy similares a los de la semana pasada o ven reducidas levemente sus reservas, con una situación preocupante en el sureste peninsular. De hecho, los embalses que peores niveles presentan son los de las provincias de este área geográfica, todos ellos por debajo del 20% de su capacidad global. En concreto son los de Almería (al 7,6% de su capacidad), Albacete (11,8%), Castellón (12,6%), Málaga (15,2%), Murcia (17,5%) y Alicante (19,6%).

Por cuencas hidrográficas, el Cantábrico Oriental se encuentra al 89%; el Cantábrico Occidental al 76,9%; el Miño-Sil al 68%; Galicia Costa al 71,5%; las Cuencas internas del País Vasco al 90,5%; el Duero al 63,3%; el Tajo al 54,9%; el Tinto, Odiel y Piedras al 70,3%; y el Ebro al 62,1%.

Por debajo del 50% están las cuencas del Guadiana al 39,3%; Guadalete-Barbate al 20,6%; el Guadalquivir al 30,2%; la Cuenca Mediterránea Andaluza al 22%; el Júcar al 40,3%; las Cuencas internas de Cataluña al 28,5%; y por último el Segura al 15,1%, que ha perdido 0,6 puntos en una semana y que se encuentra al límite.

 

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