Las lluvias llenan embalses en Andalucía y sólo mejoran un poco los de Cataluña

Una Semana Santa pasada por agua que he impedido procesiones y ha frustrado en cierta medida las excelentes expectativas del sector turístico. Pero no todo son malas noticias, porque la lluvia ha llenado embalses en Andalucía y ha mejorado un poco la situación en Cataluña.

En los últimos siete días, las precipitaciones han aumentado en más de 1.043 hectómetros cúbicos las reservas de agua embalsada en la cuenca del Guadalquivir. Esto un crecimiento de casi el 13% en sólo una semana, cifras absolutamente inauditas. A falta de los datos oficiales del Ministerio, que se publican normalmente los martes, los embalses del Guadalquivir están este lunes al 43,01% frente al 30,29% de hace justo siete días. Desde abril de 2021 las reservas de esta cuenca no superaban el 40%.

Las precipitaciones en Andalucía permiten alejar el horizonte de duras restricciones que preveía la Junta. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha confirmado que «este verano ya no va a ser necesario traer barcos cargados de agua», una de las medidas negociadas con el Ministerio de Transición Ecológica en febrero.

El embalse de Sierra Boyera, el primero en secarse en marzo del año pasado y que ha obligado a los 80.000 vecinos que se abastecían de él a no poder beber agua del grifo durante 11 meses por el mal estado de las aguas del pantano de La Colada del que se estaban surtiendo de forma alternativa, ya está en condiciones de volver a surtir de agua a las comarcas de Los Pedroches y El Guadiato.

Pese a todo, la Junta pide cautela y esperar a las decisiones de los comités de sequía provinciales sobre las medidas concretas a adoptar una vez se haya analizado también la información sobre la aportación que harán las escorrentías en los próximos días pese a que ya haya dejado de llover. El portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Ramón Fernández Pacheco. ha señalado que pese a estas lluvias, «la sequía es un problema estructural y lo que puedo garantizar es que no vamos a bajar el pistón de las inversiones hidráulicas».

En Cataluña, las lluvias de marzo han devuelto el verdor a los campos y han llenado de nieve las montañas. La comunidad, que declaró la fase de emergencia el pasado febrero ante la peor sequía del último siglo, ha vivido un marzo pasado por agua en el que ha llovido más que la media histórica y en el que se ha roto la tendencia seca que se alargaba ya más de tres años. Desde el pasado 9 de marzo han caído más 100 litros por metro cuadrado sobre algunos puntos de las cabeceras del Ter y el Llobregat, los dos principales ríos que abastecen Barcelona. Sus caudales han experimentado una exponencial subida y con la llegada de las últimas lluvias en Semana Santa se han llegado a multiplicar hasta por 20. Los embalses de este sistema hidrológico, sin embargo, solo han aumentado algo menos de tres puntos porcentuales: han pasado del 14,8% el 8 de marzo, antes de las lluvias, al 17,5% hasta las 17.00 de este lunes. Pero las reservas en el sistema Ter-Llobregat seguirán subiendo los próximos días, aunque no llueva, gracias a esta crecida de los ríos.

Las gráficas de la Agencia Catalana del Agua (ACA), el máximo órgano en gestión hídrica de la Generalitat, ponen cifras a la mejora ambiental: el río Ter, que abastece los dos mayores embalses de Cataluña: Susqueda y Sau, bajaba esta mañana, tras la tormenta del domingo, más de 20.000 litros por segundo a su paso por el municipio de Masies de Roda (Girona), antes de penetrar hacia los embalses. A principios de mes, el agua que corría en ese punto no llegaba a los 2.000 litros por segundo.

Por lo pronto, las lluvias han provocado que el embalse de Sau, el segundo con mayor capacidad de Cataluña (165 hectómetros) y considerado la zona cero de esta sequía, haya pasado del 1% al 5% en apenas 20 días. El embalse de Baells (el tercero con mayor capacidad, 109 hectómetros), ha mejorado sus reservas más de tres puntos porcentuales desde el día 9 (del 19,1% al 22,7% a mediodía de este lunes).

A pesar de que los recientes episodios de lluvias, la Generalitat anunció la pasada semana que no rebajará el nivel de emergencia de las 239 localidades donde fue declarada a comienzos de febrero. La ACA insiste desde hace meses en que las lluvias para recuperar las reservas de los embalses tienen que ser «en todo el mapa y constantes, durante varias horas, para acumular litros de forma persistente que pasen de los terrenos colmados a ríos y embalses». En sus cálculos internos, estiman que serían necesarios unos 300 litros por metro cuadrado durante un mes «de forma general».

 

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