Los países de la Unión Europea dieron su apoyo este miércoles a la propuesta de la Comisión Europea para reducir el estatus de protección del lobo de «estrictamente protegido» a «protegido». Esta decisión contó con el voto en contra de España, lo que ha provocado la reacción de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), que ha expresado su descontento con el Gobierno y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, acusándolos de «abandonar a los ganaderos ante los ataques del lobo».
En la votación, que tuvo lugar durante una reunión de embajadores de los Estados miembros, la mayoría de los países respaldaron el cambio de estatus del lobo. Junto a España, Irlanda también votó en contra, mientras que Eslovenia, Chipre, Malta y Bélgica optaron por abstenerse, según fuentes diplomáticas.
Un portavoz de la Comisión Europea calificó la medida como «un paso importante» para abordar los desafíos derivados del aumento de la población de lobos, manteniendo al mismo tiempo el objetivo de conservar un estado favorable para la especie. Esta iniciativa había sido planteada en diciembre de 2023 y refleja la preocupación de algunos sectores por el impacto de la expansión del lobo en las actividades ganaderas.
El cambio aún no es definitivo, ya que debe ser ratificado a nivel de ministros de la UE. Si se aprueba, Bruselas presentará la propuesta ante el Comité Permanente del Convenio de Berna, donde se decidirá la modificación definitiva del estatus de protección del lobo, siempre que se obtenga la mayoría necesaria en una reunión prevista para principios de diciembre. En la presentación, la Comisión Europea hará hincapié en que la modificación afecta «únicamente al lobo», con el objetivo de evitar la apertura de debates sobre otras especies como osos o castores.
De aprobarse en el Convenio de Berna, la Comisión Europea deberá plantear una modificación de la Directiva de Hábitats, que tendría que ser adoptada posteriormente por el Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE.
La reacción de ASAJA, principal organización agraria de España, no se hizo esperar. Su presidente, Pedro Barato, expresó su alivio ante el respaldo de la mayoría de los Estados miembros al cambio de estatus, que ahora permitirá que el lobo pase a estar simplemente «protegido». Sin embargo, Barato no ocultó su enfado con el voto en contra de España y criticó la actitud del Gobierno, al que acusa de dejar a los ganaderos «a merced de los ataques del lobo».
Barato insistió en la necesidad de un diálogo con el Ministerio para la Transición Ecológica y Teresa Ribera, quien, según él, no ha recibido a los ganaderos y agricultores en los seis años que lleva como ministra. «Es necesario buscar una solución consensuada», señaló.
ASAJA también ha anunciado que realizará un seguimiento detallado de la gestión del lobo que presente el Gobierno de España, y que ofrecerá toda la información sobre la situación que atraviesan los ganaderos en relación con los ataques de este animal.