El olivar en Andalucía supone uno de los pilares económicos de la región, sostiene a más de 250.000 familias y genera cada campaña 19 millones de jornales en las labores del campo.
Sin embargo, el importante déficit hídrico de la Cuenca del Guadalquivir, que prevé para 2050 un ligero aumento de la demanda hídrica y un crecimiento del déficit potencial de humedad del suelo del 12 al 15%, lastra el desarrollo de este motor verde para Andalucía y fuerza la búsqueda de recursos hídricos alternativos que bien podrían estar en el uso de aguas regeneradas.
El olivar representa el 60% de la superficie de riego de Andalucía
Es en este contexto en el que el proyecto de investigación Reutivar, desarrollado por la Asoiación de Comunidades de Regantes de Andalucía en colaboración de la Estación Depuradora de Montilla (Córdoba), gestionada por la empresa mixta Aguas de Montilla, adquiere su importancia al haber logrado demostrar cómo el uso de estas aguas podría multiplicar hasta seis la productividad de explotaciones de olivar aún en secano utilizando estas aguas como fuente hidrológica alternativa.
Según ha explicado a El Ágora el responsable de Feragua Francisco Carrasco, la calidad del agua regenerada a partir del tratamiento de regeneración evaluado en REUTIVAR, de bajo coste económico y de bajo consumo energético, cumple con los criterios de calidad establecidos en la nueva normativa vigente, lo que garantiza que pueda emplearse con seguridad para el riego agrícola del olivar, asegurando un nivel de protección del medio ambiente, de la salud humana y de la sanidad vegetal, afirma Carrasco.
Este proyecto contribuye a promover la economía circular, al recuperarse los macronutrientes más extendidos en la fertilización del olivar, a partir de las aguas regeneradas y aplicarlos al cultivo mediante técnicas de fertirriego. De este modo, se contribuye a reducir la contaminación difusa y a mitigar los efectos del cambio climático, pudiendo ser complementado con el uso de energías renovables reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero.
Para Carrasco, Reutivar ha permitido comprobar cómo las inversiones que requiere la implantacion de sistemas de depuración terciarios en las depuradoras, así como las infraestructuras para llevar el agua desde la instalación depuradora a la explotación son rentables para las Comunidades de Regantes, al poder sixtuplicar su productividad al pasar la superficie de secano a regadío.
El riego del olivar mediante aguas regeneradas llevado a cabo en la Comunidad de Regantes Tintín, así como los resultados obtenidos en REUTIVAR, constituyen un modelo extrapolable al cultivo del olivar en aquellas zonas rurales de Andalucía con características similares, así como en aquellas otras que necesitan de agua para el riego pero no disponen de un modelo para abordar el uso de fuentes de agua no convencionales, como son las aguas
regeneradas.
De hecho, ha explicado Carrasco, la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía ha cambiado su estatuto para poder dar soporte a las nuevas comunidades que se creen al amparo de este proyecto y destaca la importania de que laAdministración tendad en cuenta estos proyectos a la hora de captar financiación de ese Fondo de Reconstrucción, porque cumple todos los criterios seleccionables. «Porque el olivar es vertebrador del tejido social y motor del tejido económico en el medio rural, con un fuerte impacto positivo sobre empresas agrarias, industriales y de distribución».
Desarrollo tecnológico al servicio de la sostenibilidad
Una de las patas del proyectos es la implantación de tecnología de control y telemedición al servicio el proyecto. En este aspecto el grupo de investigación de Hidraúlica y Riegos de la Universidad de Córdoba (UCO) acaba de lanzar una aplicación móvil, ‘Reutivar App’, que permite controlar y cuantificar la cantidad óptima de agua y fertilizantes en el riego del olivar y cuya finalidad es dotar de criterios científicos y objetivos el ‘fertirriego’, técnica que aplica los nutrientes a los cultivos a través del propio sistema de riego.
El trabajo, desarrollado a partir de la tesis doctoral de la investigadora Carmen Alcaide y en la que también han participado los investigadores Rafael González, Irene Fernández, Emilio Camacho y Juan Antonio Rodríguez, se centra en el olivar, clave en la economía del sur de España y el cultivo que más superficie de riego tiene y en total el que más volumen de agua demanda en la cuenca del Guadalquivir.
Además, la investigación se basa en el empleo de aguas residuales regeneradas para su uso en agricultura, aguas que ya incorporan cierto contenido de macronutrientes y cuya reutilización se ha convertido en una línea estratégica de la Unión Europea como es la bioeconomía, que permite, entre otros factores, hacer frente a la escasez hídrica.
La aplicación, que ha sido desarrollada con datos reales de calidad del agua de una planta piloto ubicada en Montilla (Córdoba), ofrece a las comunidades de regantes un calendario de riego y fertilización en tiempo real que incluye la cantidad óptima de abono recomendable.
Para ello, realiza una serie de cálculos a partir de varios datos de partida como la evolución y estado nutricional del árbol, registros históricos e incluso pronósticos del tiempo.
La herramienta «permite reducir el empleo de fertilizantes, aplicar un riego controlado y una distribución adecuada a lo largo de la campaña», ha subrayado el profesor Juan Antonio Rodríguez, por lo que «no solo supondrá un beneficio medioambiental sino también económico para las comunidades de regantes».