Castilla-La Mancha impulsa un nuevo umbral hídrico para acabar con el trasvase Tajo-Segura

La Junta de Castilla-La Mancha, con el respaldo de la Asociación de Municipios Ribereños del Tajo, ha presentado una propuesta que podría significar el fin del trasvase Tajo-Segura. La estrategia consiste en establecer un umbral mínimo de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía de 1.200 hectómetros cúbicos, una cifra que no se ha visto en décadas y que iguala los niveles históricos registrados en los años 80.

Esta propuesta forma parte de la revisión de las reglas de explotación del acueducto, que el gobierno regional de Emiliano García-Page lleva años reclamando. El presidente socialista ya había impulsado un aumento del umbral mínimo de agua en los embalses de 400 a 800 hectómetros cúbicos hace cinco años, tras un incremento previo desde los 240 hm³.

Si la propuesta prospera, los trasvases al Segura podrían reducirse significativamente o incluso desaparecer. En la actualidad, los embalses de Entrepeñas y Buendía acumulan 1.013 hectómetros cúbicos, según los datos oficiales del Ministerio de Transición Ecológica a fecha del 14 de octubre. Esta cifra representa un nivel récord en más de una década, superando con creces la media histórica reciente, que oscilaba entre el 30% y el 60% de su capacidad.

Para encontrar niveles cercanos a los 1.200 hm³ propuestos por la Asociación de Municipios Ribereños, es necesario remontarse a los primeros años de funcionamiento del trasvase, que se inauguró en 1978. De establecerse ese umbral, los trasvases quedarían automáticamente paralizados, marcando un cambio trascendental en la política hídrica de la región.

Sin embargo, la implementación inmediata de esta medida parece improbable a corto plazo. Los regantes de Alicante, Murcia y Almería disponen de un respiro temporal, ya que durante los próximos meses están previstos trasvases automáticos de 27 hectómetros cúbicos para los meses de octubre, noviembre y diciembre. Además, las obras de mantenimiento y reparación de la infraestructura del trasvase seguirán al menos hasta abril de 2025, lo que impide modificaciones inmediatas en las reglas de explotación.

Por otro lado, la subida de los caudales ecológicos del Tajo, que se incrementarán de 6 a 8,6 metros cúbicos por segundo a su paso por Aranjuez en 2027, podría reducir aún más las transferencias al sureste peninsular, incrementando la presión sobre el Gobierno central para que actúe antes.

García-Page ha hecho estas declaraciones tras recorrer las instalaciones de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en Sigüenza (Guadalajara), donde, además, ha dicho que en 2025 estarán finalizadas las nuevas depuradoras de Brihuega, Chiloeches y las tres de Uceda y que a lo largo del próximo año terminarán las 15 nuevas depuradoras de la región.

 

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